Tratamiento con braquiterapia del cáncer rectal
¿Qué tipos de braquiterapia pueden utilizarse para tratar este tipo de cáncer?
La braquiterapia es un procedimiento mínimamente invasivo que consiste en colocar una fuente de radiación directamente en el recto para destruir las células cancerosas.
Braquiterapia endorrectal
La braquiterapia para el cáncer rectal suele realizarse mediante braquiterapia endorrectal. “Endorrectal” se refiere al interior del recto. Este tratamiento consiste en colocar un pequeño dispositivo similar a un globo (un aplicador rectal) en el recto para administrar radiación de alta intensidad durante unos minutos. Normalmente se realiza en 4 tratamientos (o menos), con unas 2 semanas entre cada tratamiento. Esto puede permitir que algunos pacientes, sobre todo los de edad avanzada, eviten una intervención quirúrgica mayor y una colostomía. Este tipo de tratamiento se utiliza para algunos cánceres rectales pequeños o en casos en los que ya se administró radiación en la zona pélvica, y el cáncer rectal ha reaparecido. A veces también se administra radioterapia externa.
Braquiterapia endorrectal de alta tasa de dosis (HDREBT)
Para el cáncer rectal, el tipo más habitual de braquiterapia suele ser la braquiterapia de alta tasa de dosis (HDR). Durante el procedimiento, se administra una dosis elevada de radiación al tumor durante un breve periodo de tiempo, a menudo en varias sesiones. La braquiterapia HDR permite atacar con precisión las células cancerosas, minimizando al mismo tiempo la exposición a la radiación del tejido sano circundante y de los órganos en riesgo. A menudo forma parte de un plan de tratamiento integral, que incluye cirugía, quimioterapia y/o radioterapia externa. Sin embargo, el enfoque específico del tratamiento puede variar en función del estado de cada paciente y de las recomendaciones de su equipo sanitario.
Braquiterapia guiada por imagen para el cáncer rectal
La braquiterapia endorrectal de alta tasa de dosis (HDR) guiada por imagen ha avanzado mucho en los últimos años. Esta técnica utiliza tecnologías de imagen avanzadas, como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, para visualizar con precisión el tumor y las estructuras circundantes. Al integrar estas imágenes en el proceso de planificación del tratamiento, los oncólogos pueden colocar con precisión la fuente de radiación con respecto al tumor, garantizando una administración óptima de la radiación y minimizando el daño a los tejidos sanos cercanos. Este nivel de precisión permite administrar dosis de radiación más altas directamente al tumor, lo que mejora los resultados del tratamiento y reduce los efectos secundarios para los pacientes. La terapia de braquiterapia irradia desde el interior del cuerpo, a diferencia de la EBRT, en la que la radiación procede del exterior del paciente y atraviesa el tejido sano durante la administración del tratamiento.
Cómo se realiza la braquiterapia para este tipo de cáncer.
La braquiterapia para el cáncer rectal suele realizarse mediante una técnica denominada braquiterapia endorrectal. He aquí cómo se hace:
- Preparación: Se coloca al paciente en una posición cómoda, normalmente tumbado boca arriba con las piernas elevadas.
Puede administrarse anestesia o sedación para garantizar la comodidad durante el procedimiento. - Inserción del aplicador: Se introduce un aplicador rectal en el recto.
El aplicador contiene canales que pueden conectarse a una máquina que contiene la fuente de radiación (poscargador).
Durante la administración del tratamiento, la fuente puede colocarse con precisión dentro de los canales del aplicador para administrar la dosis al tumor. - Obtención de imágenes: Antes de insertar el aplicador, se utilizan técnicas de imagen como los ultrasonidos o los escáneres de TC y RM para localizar el tumor y planificar el tratamiento con precisión.
- Administración de la radiación: Una vez colocado el aplicador y finalizado el plan de tratamiento, se realizan los conectores entre el aplicador y la máquina fuente (poscarga) y puede administrarse la radiación.
La administración real de la radiación suele durar sólo un par de minutos. - Monitorización: El equipo médico supervisa las constantes vitales del paciente durante todo el procedimiento y puede utilizar técnicas de imagen para garantizar el posicionamiento adecuado del aplicador y la administración precisa de la radiación.
- Retirada del aplicador: Una vez administrada la dosis de radiación prescrita, el aplicador se retira cuidadosamente del recto.
- Cuidados posteriores al tratamiento: Los pacientes pueden experimentar molestias o efectos secundarios tras el procedimiento, como irritación rectal o cambios intestinales.
Sin embargo, suelen ser temporales y pueden controlarse con medicamentos u otras medidas de apoyo. - Seguimiento: Los pacientes tendrán citas periódicas de seguimiento con su equipo sanitario para controlar su respuesta al tratamiento y evaluar cualquier efecto secundario a largo plazo o recidiva del cáncer.
Para la mayoría de los pacientes con cáncer rectal, la braquiterapia HDR es un procedimiento bien tolerado.
¿Cuál es la eficacia de la braquiterapia?
Los hallazgos clínicos han demostrado sistemáticamente la eficacia de la braquiterapia en el tratamiento del cáncer rectal, especialmente la braquiterapia HDR. Los estudios han demostrado altos índices de control tumoral y resultados favorables, sobre todo cuando se combina con otras modalidades de tratamiento como la cirugía y la quimioterapia. La braquiterapia ofrece la ventaja de administrar radiación dirigida directamente al lugar del tumor, con lo que se consigue un control local eficaz del tumor y se minimiza la exposición a la radiación de los tejidos sanos circundantes. El estudio titulado “Aplicaciones clínicas de la braquiterapia endorrectal de alta tasa de dosis para pacientes con cáncer rectal”, publicado en la revista Cancer/Radiothérapie de ELSEVIER1, explora la eficacia de la braquiterapia endorrectal de alta tasa de dosis (HDREBT) en el tratamiento del cáncer rectal. Mediante técnicas de imagen mejoradas, la HDREBT ofrece un tratamiento de radiación selectivo, que resulta prometedor para lograr altas tasas de regresión tumoral y un mejor control del tumor sin cirugía. El estudio, realizado mediante ensayos de fase I y II, indica que la HDREBT es segura, bien tolerada y eficaz en los contextos preoperatorio y postoperatorio. En la actualidad, los estudios de fase III en curso investigan su papel potencial en el tratamiento no quirúrgico de los pacientes con cáncer rectal operable. Además, los avances en las técnicas de braquiterapia, incluidos los procedimientos guiados por imagen, han mejorado aún más los resultados del tratamiento, al permitir un tratamiento más preciso del tejido canceroso. En general, las pruebas clínicas respaldan el uso de la braquiterapia rectal como componente valioso de los enfoques de tratamiento multimodal del cáncer rectal, ofreciendo a los pacientes una opción prometedora para el tratamiento de la enfermedad. El artículo titulado “Braquiterapia guiada por imágenes para el cáncer rectal: Revisión de las dos últimas décadas de investigación clínica”, del Dr. Te Vuong2, subraya los importantes avances realizados en la braquiterapia guiada por imagen para el cáncer rectal en los últimos veinte años. Estos avances han allanado el camino para la adopción de la braquiterapia endorrectal de alta tasa de dosis (HDREBT), que anuncia una mejora de la precisión tumoral, una minimización de los efectos secundarios y una mayor eficacia del tratamiento, sobre todo en las estrategias de tratamiento no quirúrgico (NOM) para pacientes con cáncer rectal considerados curables. La braquiterapia de rayos X de contacto como tratamiento de refuerzo también está mostrando resultados prometedores para la preservación de órganos. El estudio OPERA3 descubrió que el uso de braquiterapia de rayos X de contacto de refuerzo, tras o antes de la quimiorradioterapia neoadyuvante, aumenta la probabilidad de preservación de órganos a los 3 años en pacientes con cánceres de recto tempranos. Esto significa que más pacientes pudieron conservar sus órganos intactos tras el tratamiento cuando recibieron la braquiterapia de rayos X de contacto.
La respuesta precisa para atajar el cáncer rectal
Referencias
- Elsevier Cancer/Radiothérapie Volumen 26, números 6-7, octubre de 2022, páginas 879-883.
Aplicaciones clínicas de la braquiterapia endorrectal de alta tasa de dosis para pacientes con cáncer rectal por T. Vuong et al.
Obtenido de https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1278321822001536?via%3Dihub - Cánceres 2022, 14(19), 4846.
Braquiterapia guiada por imagen para el cáncer rectal: Reviewing the Past Two Decades of Clinical Investigation, por Te Vuong et al.
Obtenido de https://www.mdpi.com/2072-6694/14/19/4846 - Elsevier The Lancet Gastroenterology & Hepatology, volumen 8, número 4, abril de 2023, páginas 356-367.Quimiorradioterapia neoadyuvante con aumento de la dosis de radiación con refuerzo de braquiterapia de rayos X de contacto o refuerzo de radioterapia de haz externo para la preservación de órganos en el adenocarcinoma rectal cT2-cT3 temprano (OPERA): un ensayo controlado aleatorizado de fase 3.
Obtenido de https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S2468125322003922?via%3Dihub