Patrizia tiene 56 años y trabaja en una escuela como ayudante de técnico informático. Tiene dos hijos encantadores: Antonio que tiene casi 17 años y Francesca que es un año más joven.

Patrizia nos cuenta lo agradecida que está a su marido Mario, que tanto la apoya. Lo describe como una persona increíblemente generosa y extraordinaria: “es alguien que siempre está ahí para mí, siempre me ha animado. Realmente es una persona generosa, y digamos que excepcional”.

Diagnóstico del cáncer de cuello de útero

En 2017, Patrizia recibió un diagnóstico de cáncer de tiroides. Para evaluar la situación, se sometió a una histeroscopia, un procedimiento quirúrgico menor para examinar la cavidad uterina. Recuerda vívidamente el momento en que se enteró de su diagnóstico. Tuvo que esperar a recibir los resultados hasta que la llamaron de la clínica. Lo recuerda: “Cuando la clínica me devolvió la llamada, comprendí inmediatamente por la llamada telefónica que algo iba mal”. Y añade: “Tengo que decir que cuando me hicieron la histeroscopia, vi que el médico estaba muy preocupado”.

En la cita con su ginecólogo oncólogo, el médico confirmó los resultados de las pruebas que mostraban el llamado cáncer de células claras, un cáncer de cuello de útero poco frecuente. Patrizia se sintió abrumada por la noticia, por lo que fue tranquilizador tener a su marido con ella.

Al hablar del plan de tratamiento, el médico le dijo que la única opción para este cáncer de cuello de útero en fase inicial era una histerectomía radical (la extirpación quirúrgica del cuello uterino, el útero y los tejidos circundantes). A continuación, Patrizia tendría que recibir radioterapia en combinación con quimioterapia.

En todo el mundo, el cáncer de cuello de útero es el cuarto cáncer más frecuente en las mujeres, con una estimación de 604.000 nuevos casos en 2020. (referencia: https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/cervical-cancer)

La braquiterapia como parte de los métodos de tratamiento del cáncer de cuello de útero

Tras su exitosa histerectomía, Patrizia acudió a su primera cita de seguimiento donde el profesor le dio la tranquilizadora noticia de que todo había ido según lo previsto. A continuación, el profesor esbozó los siguientes pasos del tratamiento oncológico de Patrizia: quimioterapia, radioterapia externa y braquiterapia.

Cuando el equipo de oncología ginecológica mencionó el tratamiento con braquiterapia, Patrizia quiso saber más sobre él y buscó información en Internet. Sin embargo, los recursos le parecieron escasos y se sintió confusa y frustrada.

¿Qué es el tratamiento de braquiterapia?

La braquiterapia es una opción de tratamiento para muchos tipos de cáncer, incluido el cáncer de cuello uterino. Se trata de una radioterapia, también llamada radioterapia interna, cuyo objetivo es eliminar las células cancerosas y el tejido canceroso (como los carcinomas de células escamosas del útero) desde el interior del cuerpo. Con esta técnica, los materiales radiactivos se administran dentro o muy cerca de las células cancerosas, en una zona muy localizada, preservando al mismo tiempo las células sanas del tejido circundante.

La mayoría de los cánceres de cuello de útero -incluidas las enfermedades en fase inicial y el cáncer de cuello de útero más avanzado- suelen tratarse mediante cirugía y, a continuación, quimiorradiación seguida de braquiterapia.

Tras una histerectomía, la braquiterapia es un tratamiento que puede ayudar a reducir el riesgo de reaparición del cáncer de cuello de útero al eliminar las células cancerosas restantes.

En Elekta, comprendemos que tomar decisiones sobre el tratamiento u obtener información clara sobre una terapia específica puede resultar desalentador. Para ayudar a las pacientes con cáncer de cuello de útero a tomar una decisión informada sobre su estrategia de tratamiento, hemos creado recursos como una guía para pacientes y una recopilación de las preguntas más frecuentes.

La experiencia de Patrizia con la braquiterapia

Como ella misma explica, Patrizia dudaba si someterse a un tratamiento de braquiterapia, pero decidió dar el paso. Para su sorpresa, se sintió fortalecida y preparada para asumir el reto. Sentía que tenía la misión de vencer su cáncer de cuello de útero. A pesar de sentirse agotada por todos los demás tratamientos y su debilitado sistema inmunológico, el procedimiento de braquiterapia en sí fue sorprendentemente indoloro. Se sintió tranquila y segura después de la sesión. Se alegra de haber seguido adelante con la braquiterapia, ya que fue una experiencia positiva y gratificante.

En la actualidad, Patrizia anima a los pacientes con cáncer a considerar la braquiterapia como una opción de tratamiento: “Si su médico le ha presentado una opción que no implica cirugía ni anestesia pero que promete una alta probabilidad de curar su cáncer, merece la pena considerarla”.

La braquiterapia tiene un historial de gran éxito en la erradicación de enfermedades, lo que la convierte en una opción viable que merece la pena explorar en su lucha por volver a llevar una vida sana y tranquila.