Cómo alimentar tu lucha: Consejos de nutrición para pacientes de cáncer
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En tu viaje contra el cáncer, cada gramo de fuerza importa, y dentro de los retos, hay un aliado fiable que a menudo se pasa por alto: la nutrición. Seguir una dieta sana y equilibrada antes, durante y después del tratamiento te ayudará a mantener la fuerza, mejorar el bienestar general y, a veces, reducir los efectos secundarios. En este artículo, hablamos de la importancia de la nutrición durante el tratamiento del cáncer y compartimos estrategias dietéticas esenciales que pueden ayudarte a recorrer este camino con mayor facilidad.
1- Comprender las necesidades nutricionales: ¿Por qué es importante tu dieta durante el tratamiento del cáncer?
El cáncer y sus tratamientos pueden afectar al apetito, la digestión y la absorción de nutrientes, lo que a menudo provoca problemas de peso, fatiga y debilidad. Comprender y abordar las cambiantes necesidades nutricionales de tu cuerpo y prestar mucha atención a tu dieta es crucial durante este periodo. Además de ayudarte a mantener un peso saludable y favorecer la curación, adoptar una dieta equilibrada durante el tratamiento del cáncer puede:
- Aumenta la energía
- Aumentar el tono muscular
- Preservar la función inmunitaria
- Reduce la inflamación
- Ayudar a controlar los efectos secundarios del tratamiento
2- Nutrientes esenciales para ayudar a los pacientes de cáncer durante el tratamiento
Las proteínas, los hidratos de carbono, las grasas saludables, las vitaminas y los minerales son nutrientes esenciales para mantener el organismo durante el tratamiento del cáncer.
- Proteínas: Fuentes como la carne de ave, el pescado, las legumbres y el tofu ayudan a mantener la masa muscular y la fuerza.
- Hidratos de carbono: Los cereales integrales como el arroz integral, la quinoa y el pan integral proporcionan hidratos de carbono complejos ricos en vitaminas, minerales y fibra natural, que ofrecen energía sostenida.
- Grasas saludables: presentes en el aceite de oliva, los frutos secos, las semillas y los aguacates, las grasas saludables favorecen la salud y el bienestar general.
- Vitaminas y minerales: Incluidos la vitamina D, el calcio y el hierro, son necesarios para diversas funciones corporales y ayudan a reforzar el sistema inmunitario para reducir el riesgo de infección.
- Frutas, verduras y legumbres: Incorporar una variedad de opciones coloridas garantiza un amplio espectro de vitaminas, minerales y antioxidantes.
Crear comidas equilibradas a partir de estas fuentes ricas en nutrientes es importante en tu viaje hacia el tratamiento del cáncer. Te ayudará a satisfacer tus necesidades nutricionales y a mantener la salud y el bienestar generales.
3- Hidratación y suplementos
Los pacientes de cáncer, sobre todo los que reciben tratamientos que pueden provocar deshidratación o desequilibrios de líquidos, necesitan mantenerse bien hidratados. Una buena hidratación ayuda a eliminar las toxinas del organismo y a veces puede reducir los efectos secundarios del tratamiento, como náuseas, debilidad, estreñimiento y fatiga. Para evitar la deshidratación y favorecer la salud general, se recomienda beber mucho líquido. Además del agua, las infusiones, las sopas y las bebidas ricas en electrolitos son opciones excelentes.
Aunque lo ideal es obtener los nutrientes de los alimentos, a veces los pacientes con cáncer pueden necesitar suplementos para abordar deficiencias nutricionales específicas o apoyar la función inmunitaria. Consulta siempre con tu profesional sanitario antes de empezar a tomar suplementos, para asegurarte de que son seguros y se adaptan a tus necesidades.
Además, la planificación y preparación de las comidas puede hacer que comer bien sea más fácil y agradable durante el tratamiento.
4- Gestión de los problemas alimentarios comunes causados por el tratamiento del cáncer
Ciertos tratamientos contra el cáncer, como la braquiterapia, pueden causar menos efectos secundarios relacionados con la alimentación, mientras que otros pueden provocar diversos problemas, como pérdida de apetito, cambios en el gusto y náuseas. Para superar estos obstáculos, puedes probar diversas estrategias, como:
- Comer comidas pequeñas y frecuentes a lo largo del día para controlar las náuseas y mantener los niveles de energía.
- No te saltes comidas ni tentempiés, un estómago vacío puede empeorar tus náuseas.
- Prueba distintos alimentos y sabores para encontrar lo que mejor funciona.
- Utilizar hierbas para realzar el sabor de los alimentos y estimular el apetito.
- Bebe líquidos lentamente a lo largo del día
- Incorpora alimentos ricos en nutrientes, como batidos, sopas y tentempiés ricos en proteínas, para aumentar la ingesta de calorías y proteínas.
La nutrición desempeña un papel importante en el apoyo a la salud y el bienestar de los pacientes con cáncer durante el tratamiento. Si comprendes tus necesidades nutricionales, abordas los retos alimentarios y das prioridad a las comidas equilibradas, puedes alimentar tu lucha contra el cáncer, controlar algunos efectos secundarios y mejorar tu calidad de vida. No estás solo en esta lucha, y con cada comida reafirmas tu compromiso con el bienestar y la vitalidad.