Efectos secundarios del cáncer de próstata
Cáncer de próstata
La radioterapia denominada braquiterapia puede utilizarse para tratar el cáncer de próstata. Consiste en inyectar semillas radiactivas diminutas, del tamaño de un grano de arroz, en la glándula prostática. Estas semillas minimizan la exposición a la radiación del tejido sano circundante, al tiempo que proporcionan una dosis elevada de radiación a las células malignas. Los hombres con cáncer de próstata en estadio inicial suelen elegir la braquiterapia como tratamiento, ya que tiene un gran éxito y es menos intrusiva. La braquiterapia puede causar efectos adversos, como todos los demás tratamientos contra el cáncer. Los probables efectos secundarios de la braquiterapia para el cáncer de próstata se tratarán en este artículo, junto con las estrategias de tratamiento.
Efectos secundarios de la braquiterapia
La radioterapia en general suele ir asociada a efectos secundarios.
Estos efectos secundarios son bien conocidos y la mayoría de ellos no dependen del tipo de radioterapia.
Sin embargo, la braquiterapia se asocia con la preservación de los tejidos sanos circundantes de una radiación innecesaria, con la posibilidad de que se produzcan menos efectos secundarios que otras alternativas como la radioterapia externa.
Las personas responden a los tratamientos de formas diferentes.
El tipo de efectos secundarios que pueden experimentarse depende de una serie de factores como el estadio del cáncer de próstata y si existen problemas de salud agravantes.
La mayoría de los pacientes de braquiterapia reciben un tratamiento multimodal con otros tratamientos como cirugía, radioterapia de haz externo (EBRT) y terapia de privación de andrógenos (ADT).
Esto hace que sea muy difícil distinguir entre los efectos secundarios de la braquiterapia, los efectos secundarios causados por otros tratamientos y los síntomas y complicaciones relacionados con la enfermedad.
Opciones de tratamiento del cáncer de próstata
Hay varias opciones de tratamiento disponibles para el cáncer de próstata, como la cirugía, la radioterapia, la terapia hormonal y la espera vigilante o vigilancia activa. La elección del tratamiento depende del estadio del cáncer, la edad y el estado de salud del paciente y otros factores, como sus preferencias personales.
Cirugía
La cirugía consiste en extirpar la glándula prostática y el tejido canceroso que la rodea. Se trata de una intervención de gran envergadura y conlleva todos los factores de riesgo de la cirugía típica. Sin embargo, es una buena opción si tu tumor está localizado y no se ha extendido más allá de la glándula prostática. En tales casos, la cirugía puede ser curativa y erradicar el cáncer. Sin embargo, la cirugía también puede tener efectos secundarios, como incontinencia urinaria y disfunción eréctil, que pueden repercutir significativamente en la calidad de vida del hombre. En algunos casos, pueden utilizarse técnicas de preservación nerviosa para minimizar el riesgo de estos efectos secundarios, pero esto depende de cada caso y de la experiencia del cirujano.
Radioterapia externa
La radioterapia externa es otra opción de tratamiento para el cáncer de próstata. Este tipo de radioterapia utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas, pero la radiación se administra desde fuera del cuerpo mediante una máquina. Esta opción significa que la radiación, aunque se dirige con precisión a la glándula prostática, puede alcanzar células sanas y causar otros efectos secundarios, como fatiga, irritación cutánea y problemas de vejiga o intestinos. Sin embargo, las técnicas modernas de radioterapia, como la radioterapia de intensidad modulada (IMRT) y la radioterapia guiada por imágenes (IGRT), pueden minimizar la exposición al tejido sano y reducir el riesgo de efectos secundarios. La radioterapia también puede combinarse con la terapia hormonal para aumentar su eficacia.
Terapia hormonal
La terapia hormonal es un tipo de tratamiento del cáncer de próstata que consiste en reducir los niveles de hormonas masculinas, como la testosterona, que pueden impulsar el crecimiento del cáncer de próstata. Este tratamiento puede ralentizar o incluso detener el crecimiento de las células del cáncer de próstata, pero no es una cura para la enfermedad. La terapia hormonal puede utilizarse en combinación con otros tratamientos, como la cirugía o la radioterapia, para hacerlos más eficaces. Sin embargo, la terapia hormonal puede tener efectos secundarios, como sofocos, pérdida de densidad ósea y disfunción eréctil. En algunos casos, la terapia hormonal también puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca.
Vigilancia activa
La espera vigilante o vigilancia activa es un enfoque de tratamiento del cáncer de próstata que consiste en vigilar de cerca el cáncer de próstata sin tratarlo inmediatamente. Este enfoque suele recomendarse a los hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo, ya que algunos cánceres de próstata crecen lentamente y pueden no requerir tratamiento inmediato. Con la espera vigilante o la vigilancia activa, se realizan revisiones periódicas, como análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA) y tacto rectal (DRE), para controlar el crecimiento del cáncer y detectar cualquier cambio. Si el cáncer de próstata empieza a crecer o a extenderse, en ese momento pueden considerarse las opciones de tratamiento. La espera vigilante o vigilancia activa es una buena opción para los hombres mayores, con otros problemas de salud o preocupados por los posibles efectos secundarios de otros tratamientos.
Tratamiento de braquiterapia
Con la braquiterapia, se colocan pequeños gránulos radiactivos directamente en la próstata mediante finas agujas. La radiación de los gránulos se dirige a las células cancerosas y las destruye, minimizando la exposición del tejido sano circundante. La braquiterapia puede realizarse como implante permanente, en el que los gránulos permanecen en su sitio, o como implante temporal, en el que los gránulos se retiran tras un periodo de tiempo determinado. Este tipo de tratamiento suele recomendarse a los hombres con cáncer de próstata en estadio inicial localizado en la glándula prostática. La braquiterapia es un procedimiento mínimamente invasivo y puede tener menos efectos secundarios que otros tratamientos, como la cirugía o la radioterapia externa.
Braquiterapia de baja tasa de dosis
La braquiterapia de baja tasa de dosis (LDR) es una forma de radioterapia utilizada para tratar el cáncer de próstata. Durante la braquiterapia LDR, se implantan permanentemente pequeños gránulos radiactivos, o semillas, en la glándula prostática bajo control ecográfico. Las semillas radiactivas emiten una dosis baja de radiación durante varias semanas o meses, eliminando gradualmente las células cancerosas de la próstata y minimizando la exposición del tejido sano circundante. Las semillas permanecen en la próstata de forma permanente, pero con el tiempo se vuelven inactivas y acaban perdiendo su radiactividad. La braquiterapia LDR suele realizarse de forma ambulatoria y suele durar menos de una hora. Se anestesia al paciente y se implantan las semillas en la glándula prostática a través de agujas finas y huecas. Tras el procedimiento, el paciente puede experimentar algunas molestias leves o síntomas urinarios, pero suelen desaparecer en unas semanas. La braquiterapia LDR es una opción de tratamiento eficaz para el cáncer de próstata localizado, con resultados similares a los observados con la cirugía o la radioterapia externa. Suele recomendarse a pacientes con cáncer de próstata de riesgo bajo o intermedio. Como todas las formas de radioterapia, la braquiterapia LDR puede causar efectos secundarios, como problemas urinarios e intestinales, pero suelen ser temporales y pueden controlarse con medicación u otros tratamientos.
Braquiterapia de alta tasa de dosis
La braquiterapia de alta tasa de dosis (HDR) es una forma de radioterapia utilizada para tratar el cáncer de próstata. A diferencia de la braquiterapia de baja tasa de dosis (LDR), en la que se implantan permanentemente pequeños gránulos radiactivos, o semillas, en la glándula prostática, la braquiterapia HDR consiste en colocar temporalmente una pequeña fuente altamente radiactiva en la glándula prostática durante un breve periodo de tiempo. Durante la braquiterapia HDR, se colocan una serie de tubos de plástico finos, o catéteres, en la próstata a través del perineo (la zona entre el escroto y el ano) con anestesia local. A continuación, se administra una dosis elevada de radiación a la próstata a través de los catéteres durante un breve periodo de tiempo, normalmente menos de 30 minutos. Una vez administrada la radiación, se retiran los catéteres. La braquiterapia HDR suele administrarse en varias sesiones de tratamiento, cada una de las cuales dura sólo unos minutos. El tratamiento completo suele completarse en unos pocos días. La braquiterapia HDR puede utilizarse como tratamiento independiente o en combinación con otras formas de radioterapia, como la radioterapia externa. La braquiterapia HDR es una opción de tratamiento eficaz para el cáncer de próstata localizado, con resultados similares a los observados con la braquiterapia LDR y la radioterapia de haz externo. Como todas las formas de radioterapia, la braquiterapia HDR puede causar efectos secundarios, como problemas urinarios e intestinales, pero suelen ser temporales y pueden controlarse con medicación u otros tratamientos.
Combinación de tratamientos
En algunos casos, puede utilizarse una combinación de opciones para tratar el cáncer de próstata. Es importante que los hombres con cáncer de próstata hablen de sus opciones de tratamiento con su médico y sopesen los beneficios y riesgos de cada opción.
Efectos secundarios a corto plazo (agudos)
Inmediatamente después del procedimiento de braquiterapia, puedes experimentar algunos de los siguientes síntomas:2
- Dolor o hematoma localizado alrededor del perineo (la zona entre el escroto y el ano donde se insertan las agujas para administrar la braquiterapia).
- Sangre en orina y/o semen.
- Molestias al orinar (puede incluir la necesidad de orinar con urgencia o frecuencia).
- Estos efectos secundarios a corto plazo suelen ser de naturaleza leve y normalmente se resuelven poco después del tratamiento.
Ventajas de la braquiterapia para el cáncer de próstata
La braquiterapia es una opción de tratamiento para el cáncer de próstata que ofrece varias ventajas sobre otros tratamientos. He aquí algunas de las principales ventajas:
- Mínimamente invasiva: La braquiterapia es un procedimiento mínimamente invasivo que consiste en colocar pequeños gránulos radiactivos directamente en la glándula prostática.
Esto significa que no hay incisión quirúrgica y que el tiempo de recuperación suele ser más corto que con la cirugía. - Orientación precisa: La radiación de los gránulos de la braquiterapia se dirige con precisión a la glándula prostática, minimizando la exposición del tejido sano circundante.
Esto puede reducir el riesgo de efectos secundarios, como la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil. - Alto índice de éxito: La braquiterapia tiene un alto índice de éxito en el tratamiento del cáncer de próstata localizado.
Según la Sociedad Americana de Oncología Radioterápica, la tasa de supervivencia a cinco años de los hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo tratados con braquiterapia es de aproximadamente el 95%1. - Menos sesiones de tratamiento: La braquiterapia puede completarse en sólo una o dos sesiones de tratamiento, en comparación con varias semanas de radioterapia externa diaria.
- Procedimiento ambulatorio: La braquiterapia suele realizarse en régimen ambulatorio, lo que significa que los pacientes pueden irse a casa el mismo día de la intervención.
Efectos secundarios a largo plazo
Los posibles efectos secundarios a largo plazo de la braquiterapia son:3
- Molestias urinarias (pueden incluir la necesidad de orinar con urgencia o frecuencia, o la dificultad para orinar).
- Molestias intestinales.
- Disfunción eréctil.
Las personas responden a los tratamientos de formas distintas y puede que experimentes o no algunos de estos efectos secundarios. Es importante destacar que los riesgos a largo plazo suelen ser menores con la braquiterapia en comparación con otras opciones de tratamiento del cáncer de próstata.4 Además, aunque te afecten algunos de estos efectos secundarios, muchos pacientes descubren que su función urinaria, intestinal y sexual vuelve a la normalidad al cabo de 6-12 meses.
Seguridad de la radiación
Una pregunta habitual sobre la braquiterapia es si el procedimiento supone algún riesgo de radiación para familiares y amigos.
Si se utiliza braquiterapia de alta tasa de dosis (HDR), las fuentes de radiación sólo se colocan temporalmente en el cuerpo y se retiran después de cada tratamiento.
Por lo tanto, no hay riesgo de radiación para la familia o los amigos.
Si se utiliza braquiterapia de baja tasa de dosis (LDR) (terapia con semillas), sólo las semillas emiten radiación y éstas no le harán radiactivo.
Los niveles de radiación que emiten las semillas son bajos, pero su médico puede aconsejarle que evite el contacto con niños pequeños y mujeres embarazadas después de la braquiterapia.