Hacer ejercicio durante el tratamiento: Consejos para empezar
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El tratamiento del cáncer suele ser física y emocionalmente agotador, pero los estudios demuestran que mantener una rutina de ejercicio puede ofrecer beneficios significativos. Incluso pequeñas cantidades de actividad física pueden ayudar a reducir la fatiga, mejorar la fuerza y mejorar potencialmente los resultados del tratamiento. Aunque hacer ejercicio durante el tratamiento pueda parecer desalentador, merece la pena explorar cómo puede mejorar tu bienestar general. Este artículo ofrece consejos sobre cómo empezar de forma segura y describe los beneficios del ejercicio durante el tratamiento del cáncer.
Cómo empezar a hacer ejercicio: Consejos prácticos
Empezar una rutina de ejercicios durante el tratamiento del cáncer puede resultar abrumador. Empieza a tu propio ritmo y escucha a tu cuerpo. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a empezar con seguridad:
Consulta a tu equipo sanitario. Antes de empezar cualquier programa de ejercicio, habla con tu médico u oncólogo. Ellos pueden aconsejarte sobre los tipos de ejercicio más seguros y eficaces en función de tu tratamiento específico y tus condiciones de salud. A veces, pueden recomendarte que trabajes con un fisioterapeuta especializado en el tratamiento del cáncer.
Empieza poco a poco. Si te sientes cansado o eres nuevo en el ejercicio, empieza con actividades de baja intensidad como caminar o estiramientos suaves. Empieza con 10-15 minutos de actividad diaria y aumenta gradualmente el tiempo y la intensidad a medida que tu energía te lo permita. Recuerda que incluso pequeñas cantidades de movimiento pueden marcar la diferencia en cómo te sientes.
Céntrate en actividades de bajo impacto. Los ejercicios de bajo impacto, como caminar, el yoga o la natación, son ideales para los enfermos de cáncer porque no dañan las articulaciones y ofrecen importantes beneficios para la salud. Caminar es beneficioso porque es fácil de incorporar a tu rutina diaria y se puede hacer casi en cualquier sitio.
Incorpora el entrenamiento de fuerza. Para combatir la pérdida de masa muscular, incorpora a tu rutina un ligero entrenamiento de fuerza con bandas de resistencia o pesas ligeras. No necesitas un gimnasio: unos cuantos ejercicios sencillos en casa, como flexiones de pared o elevaciones de piernas sentado, pueden ayudar a mantener la masa muscular. Si es necesario, pide a un fisioterapeuta que te oriente sobre los ejercicios adecuados.
Mantente hidratado y nutrido. Asegúrate de mantenerte hidratado y come comidas pequeñas y nutritivas antes y después de hacer ejercicio. Los tratamientos contra el cáncer pueden afectar a veces al apetito y a la hidratación, por lo que es esencial alimentar tu cuerpo para mantener los niveles de energía y ayudar a la recuperación tras la actividad física. Más información sobre consejos de nutrición para pacientes con cáncer.
Escucha a tu cuerpo. Tus niveles de energía pueden fluctuar durante el tratamiento, por lo que escuchar a tu cuerpo y ajustar tu actividad es crucial. Si te sientes especialmente fatigada, no pasa nada por descansar. En los días mejores, puede que te apetezca moverte más, pero ten en cuenta tus límites y evita forzarte demasiado.
¿Por qué hacer ejercicio durante el tratamiento del cáncer?
- Reduce la fatiga
La fatiga relacionada con el cáncer es uno de los efectos secundarios más comunes y difíciles del tratamiento. A diferencia del cansancio habitual, este tipo de fatiga no mejora con el descanso. Sin embargo, las investigaciones demuestran que la actividad física moderada puede aliviarla. Incorporar el movimiento a tu rutina puede ayudarte a aumentar la energía y hacerte sentir más capaz de manejar tu vida cotidiana. (1, 2)
- Conserva la masa muscular y la fuerza
Los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden provocar pérdida y debilidad muscular. El entrenamiento de fuerza, como levantar pesos ligeros o utilizar bandas de resistencia, puede ayudar a contrarrestarlo. Mantener la masa muscular es esencial para la movilidad, la independencia y la salud física general durante el tratamiento. (3)
- Mejora el estado de ánimo y la salud mental
Se sabe desde hace mucho tiempo que el ejercicio mejora la salud mental al mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Para los enfermos de cáncer, la carga emocional del tratamiento puede ser abrumadora. El ejercicio desencadena la liberación de endorfinas, sustancias químicas cerebrales que fomentan la sensación de bienestar, ayudando a reducir el estrés y a mejorar el estado de ánimo general. (4,5)
- Favorece la función inmunitaria
Los tratamientos contra el cáncer pueden debilitar el sistema inmunitario, pero se ha demostrado que el ejercicio moderado mejora la función inmunitaria. Mientras que el ejercicio intenso puede suprimir temporalmente la función inmunitaria, la actividad moderada puede reforzarla, ofreciendo un apoyo adicional durante el tratamiento del cáncer. (6)
- Mejora la salud cardiovascular
Algunos tratamientos contra el cáncer, sobre todo la quimioterapia y la radioterapia, pueden tener efectos nocivos sobre el corazón. Los ejercicios cardiovasculares como caminar, nadar o montar en bicicleta pueden ayudar a proteger la salud del corazón. Los pacientes de cáncer que hacen ejercicio regularmente tienen mejores resultados cardiovasculares que los que no lo hacen. El ejercicio regular ayuda a reducir el riesgo de problemas relacionados con el corazón, lo que puede ser especialmente importante para los pacientes sometidos a tratamientos agresivos. (7)
El ejercicio durante el tratamiento del cáncer no tiene por qué ser extenuante para marcar la diferencia. La actividad física regular y moderada ofrece numerosos beneficios, desde la reducción de la fatiga y la mejora del estado de ánimo hasta el mantenimiento de la masa muscular y el apoyo a la función inmunitaria. Integrar el ejercicio en tu plan de tratamiento del cáncer puede mejorar tu calidad de vida en general, ya sea un paseo corto, una sesión de yoga o un entrenamiento ligero de fuerza. Da ese primer paso y deja que el movimiento forme parte de tu proceso de curación.
Referencias:
- Chen, X., Li, J., Chen, C. et al. Efectos de las intervenciones de ejercicio sobre la fatiga relacionada con el cáncer y la calidad de vida entre los pacientes de cáncer: un metaanálisis. BMC Nurs 22, 200 (2023). https://doi.org/10.1186/s12912-023-01363-0
- Kelley, G.A., Kelley, K.S. El ejercicio y la fatiga relacionada con el cáncer en adultos: una revisión sistemática de revisiones sistemáticas previas con metaanálisis. BMC Cáncer 17, 693 (2017). https://doi.org/10.1186/s12885-017-3687-5
- Nascimento, W., Ferrari, G., Martins, C.B.et al.Actividades de fortalecimiento muscular e incidencia y mortalidad por cáncer: una revisión sistemática y metaanálisis de estudios observacionales.Int J Behav Nutr Phys Act18, 69 (2021). https://doi.org/10.1186/s12966-021-01142-7
- Salud de Harvard. (2023). La actividad física regular puede mejorar el estado de ánimo.Harvard Health Publishing. Obtenido de https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/regular-physical-activity-can-boost-mood
- Asociación Americana de Psicología. (2020). Ejercicio y estado de ánimo.Asociación Americana de Psicología. Obtenido de https://health.umms.org/2020/06/11/exercise-mood/
- Salud de Harvard. (2023). La actividad física regular puede mejorar el estado de ánimo.Harvard Health Publishing. Obtenido de https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/regular-physical-activity-can-boost-mood
- Squires, R. W., Shultz, A. M., & Herrmann, J. (2018). Entrenamiento físico y salud cardiovascular en pacientes con cáncer.Revista de Oncología Clínica, 20, Artículo 27. Retrieved from https://link.springer.com/article/10.1007/s11912-018-0681-2